El Honorable Senado de la Nación declara “avalar la postulación de la señora Susana Trimarco, presidenta de la Fundación Marita Verón, al Premio Nobel de la Paz 2013”.
FUNDAMENTOS
Uno de los delitos penales más repugnantes y despreciables es el rapto de personas para obligarlas luego a prostituirse, más conocido como “trata de personas”. Por increíble que parezca, en pleno siglo XXI, los seres humanos no hemos aprendido a respetarnos y seguimos incurriendo en estas conductas violentas, tan perjudiciales a la condición humana que la degradan hasta sus más bajos escalones.
La señora Susana Trimarco es la madre de Marita Verón, una joven tucumana secuestrada el 3 de abril de 2002 para obligarla a ejercer la prostitución. Actualmente permanece desaparecida, pero su historia se convirtió en un caso emblemático del tráfico de personas y en el principal motivador de la sanción de la Ley Nacional 26.364 del año 2008 para la Prevención y Sanción de la Trata de Personas y Asistencia a las Víctimas, norma acorde al Protocolo Internacional que pone énfasis en la asistencia y derechos de las víctimas y su diferenciación entre adultos y menores.
A partir de allí, la Trata de Personas en Argentina se define como el comercio ilegal de personas con propósitos de esclavitud reproductiva, explotación sexual o trabajos forzados, retirada de órganos o cualquier otra forma de esclavitud moderna. Es un delito internacional de lesa humanidad, que viola los derechos humanos más elementales.
También es importante recordar que, a nivel mundial, está ubicado tercero dentro de un siniestro ranking de delitos detrás del tráfico de armas y de droga, y que como negocio mueve 32.000 millones de dólares en todo el mundo (“ABC Trata de Blancas: El siniestro negocio de la esclavitud sexual”, lanacion.com)
Continuando con la semblanza de la señora Trimarco, vale remarcar que por la persistencia y tenacidad en la búsqueda de su hija fue premiada en 2007 por el Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica con la distinción “Mujeres coraje”. También le fue otorgado el premio Domingo Faustino Sarmiento del Senado de la Nación Argentina, que se entrega a personalidades trascendentes de nuestra Patria. Y el 13 de junio de 2012 fue distinguida con el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires. También, en octubre de 2012, hace pocos días, fue recibida junto a su nieta, hija de Marita Verón, por la señora Presidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner. La mandataria la escuchó y alentó a continuar en su lucha por el esclarecimiento del caso y en la búsqueda de la verdad, ofreciéndole todo el apoyo y resortes del Estado para tal cometido.
El “caso Marita Verón” sirvió también de inspiración al guión de la exitosa telenovela “Vidas Robadas”, de gran aceptación en el público, que sirvió para alertar a las familias argentinas sobre la dolorosa realidad que tienen que pasar muchas otras.
Por estos días y desde febrero pasado se ventila el juicio sobre el “Ca-so Verón” en la ciudad de Tucumán. La sociedad toda espera que sean hallados los verdaderos culpables y se los someta a un castigo ejemplar.
El Premio Nobel de la Paz es uno de los cinco premios que estableció el científico Alfred Nobel cuando donó su fortuna para resarcir del daño que creía haber causado con su invento, la dinamita. Se entrega desde 1901 y es el único que no tiene sede en Estocolmo, Suecia sino en Oslo, Noruega. Aunque el responsable de la selección de postulantes es el Comité Noruego del Nobel, pueden proponer candidatos los miembros actuales o retirados de ese comité, los que recibieron el galardón con anterioridad, profesores universitarios, miembros de organizaciones internacionales, parlamentarias o legales, legisladores o integrantes de gobiernos. El premio puede ir a manos de personas o de organizaciones. De todos modos, es un proceso que lleva meses en los que son bienvenidos apoyos y avales al candidato.
Señor Presidente: como legisladora de la provincia de La Rioja, jurisdicción que pelea en forma denodada para erradicar la Trata de Personas, creo que debemos dar batalla en todos los frentes y que el Senado de la Nación, en cuanto institución de la democracia, no puede menos que avalar la postulación de la señora Trimarco al Premio No-bel de la Paz. Es el mejor reconocimiento a la lucha de esta mujer valiente que hubo de enfrentar todo tipo de poderes corruptos y mafias organizadas, para devolver la vida y la dignidad a una gran cantidad de mujeres en el país.
Hilda Aguirre de Soria