El proyecto de Ley de la senadora nacional Hilda Aguirre de Soria que declara a La Rioja como “Capital Nacional del Pesebre” fue aprobado en el Senado de la Nación, donde se le otorgó media sanción, trasladándose al ámbito de la Cámara de Diputados de la Nación para buscar su aprobación total. La legisladora riojana expresó que hay expectativas que pueda salir este año.
En su contenido, el proyecto, autoría de la senadora Beba de Soria, expresa que ésta declaración a la provincia de La Rioja como “Capital Nacional del Pesebre”, se realiza en mérito a las antiguas y particulares características que cada año la devoción popular le asigna a la representación del nacimiento de Jesucristo, en esta jurisdicción.
Es así que en consonancia con ello, el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Turismo de la Nación, procurarían su difusión por distintos medios. Teniendo en cuenta que esta iniciativa es un reconocimiento institucional por parte del Estado Nacional a una práctica religioso-cultural ancestral, destacando, reconociendo y respetando con ella los valores espirituales del pueblo riojano.
Además en sus fundamentos, la senadora Aguirre de Soria explicó que en la provincia existe una tradición religiosa, heredada del conquistador español, que cada año se cumple tan puntual como devotamente: se trata de, llegada la Navidad, “vestir el pesebre”, es decir, representar en cada hogar riojano el glorioso momento de la llegada del Niño Dios al mundo.
Denominada por su fundador “ciudad de Todos los Santos de la Nueva Rioja”, esta tierra quedó signada así, desde el instante mismo de su fundación, por una profunda fe religiosa. Ejemplo vivo de ello, que anualmente se repite, es ésta tradición pesebrística.
A partir de la llegada de los españoles a América, es en La Rioja donde el pesebre constituyó desde un principio, un pequeño tesoro de religiosidad popular. Quizás esta primacía se debió a que los misioneros franciscanos fueron los primeros en arribar a nuestro suelo, sembrando temprano el cariño al pesebre, que fuera tan caro al fundador San Francisco de Asís.
La provincia de La Rioja, que toda la vida fue nicolasiana, por el cariño a su patrono, San Nicolás de Bari, recobró con fuerza y orgullo su rostro navideño y se autoproclamó en el 2000 “Capital Nacional del Pesebre”. Fue un movimiento netamente popular que aglutinó a sus niños, jóvenes y familias, a sus comunidades vecinales y parroquiales y a sus instituciones culturales y educativas, que recibió la bendición apostólica del Papa Juan Pablo II y que tomó entonces la posta para revalorizar, enriquecer y promocionar todo lo que acostumbran a hacer los riojanos con su particular modo de ser y sentir, para celebrar el nacimiento del hijo de Dios.
Documentalmente la decisión popular encontró respaldo y reconocimiento a nivel institucional de parte del obispado de la diócesis de La Rioja (decreto 39/97), de los Poderes Ejecutivo (decreto 1163) y Legislativo ( Ley6.375) de la provincia, de la Intendencia Municipal (decreto G 986) y del Concejo Deliberante (ordenanza 2819) del Departamento Capital, de la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación (declaraciones de interés nacional) y de innumerables instituciones intermedias de la comunidad riojana.
La legisladora recordó que hubo presentaciones e intentos anteriores a nivel legislativo nacional que por razones de burocracia parlamentaria no han finalizado su camino, pero dijo que es la intención y el anhelo profundo que en esta oportunidad se legue a obtener el reconocimiento por ley nacional de La Rioja como “Capital Nacional del Pesebre”. “Detrás de ese objetivo comprometo mi energía y esfuerzo, ya que esta iniciativa que refleja el sentir de todo el pueblo riojano”, resaltó.