“Cómo generar capacidades para cultivar una cultura de ternura” es el tema central que se abordará durante la Jornada de Prevención de la Violencia de Género desde la Cuna, a llevarse a cabo el 22 y 23 de noviembre, de 9 a 13, en el anfiteatro el Hospital de la Madre y el Niño, en adhesión al Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres.
El evento, organizado en forma conjunta por el Ministerio de Salud y la Fundación Vamos a Andar, que preside la senadora nacional Hilda Aguirre de Soria, tendrá como disertante a la doctora Anna Grellert, médica pediatra, especialista en crianza con ternura y directora regional de World Vision, una ONG que trabaja en más de 80 países promoviendo el buen trato en la infancia.
Además, la doctor Grellert está liderando el primer equipo de investigación de Crianza con Ternura en América Latina, formado por la Universidad Nacional de Avellaneda y el Hospital Materno Infantil “Ana Goitia”, del mismo partido, en la Provincia de Buenos Aires.
Crianza con ternura versus desamor
De acuerdo a lo subrayado por los organizadores, “la Jornada estará dedicada a la prevención de la violencia de género, profundizando el concepto de que la mejor prevención de la violencia es la que se realiza desde la más temprana edad, criando con ternura a los niños, niñas y adolescentes”.
Una pregunta fundamental, que actúa como disparador del debate y la reflexión apunta a la siguiente cuestión: ¿Es la ternura suficiente para la transformación de las realidades históricas y contemporáneas de desamor en Latinoamérica?
La pregunta confronta el desarrollo de este marco conceptual de Crianza con Ternura porque el amor paternalista, ciego a las injusticias y que no transforma las relaciones y las estructuras que perpetúan el desamor, son otra forma de violencia y atrasa la vida plena. A la vez, la justicia sin amor da cabida a la violencia en nombre de la transformación estructural.
Así que el enfoque de la ternura que se presentará en esta disertación habla del amor comprometido con las transformaciones para la dignidad y la vida plena de todas las personas.
Por ello se apoya la movilización social no sólo como un ejercicio de conciencia sino también para el ejercicio de la cultura de la ternura. La movilización social para sensibilizar la importancia del amor desde nuestra esencia molecular y genética, desde nuestro espíritu a la imagen y semejanza de Dios que se define como amor, y desde los efectos positivos e indispensables del amor para la humanización de las sociedades. Hay que realizar muchas Campañas que ayuden a rescatar el Homo sapiens amans, de las acciones que hacen posible el amor solidario.
Se estimulará la toma conjunta de conciencia de los efectos de la cultura de violencia en la historia de los líderes comunitarios y se analizará cómo generar capacidades para cultivar una cultura de ternura desde las dinámicas de cuidado y protección de la niñez, a través de la restauración como bálsamo de la ternura.